@marialaveganpty
"Vegan ?!" "Not even Fish? Nothing?" "But cheese is fine, right?" "You are probably not feeding yourself well” “ And where do you get the protein from? ” ...
Every vegan has heard phrases like these. I am still a vegan newbie and I listen to them in my day to day basis, most of the time coming from my own family. My name is Maria Elena Fraga, I'm twenty-five and I've been living in Panama for about ten years. I love to exercise, I love food with all my being and I recently made the incredible decision to become vegan. This decision came in the most random way possible. At the end of 2019, I decided to start the year 2020 as a vegetarian. For months I felt my body was not processing meat and dairy products correctly. Then, little by little, I started eliminating certain animal foods from my diet without fully restricting myself. In February, my dad got diagnosed with prostate cancer and my family and I began to research if any food influenced this. My brother, who at that time also wanted to be a vegetarian, began to share information with me about healthy diets and the effects of animal products on our bodies. From studies to documentaries, we analyzed them thoroughly and later came to the conclusion that something had to change.
My vegan journey, as I call it, started in mid-March. It was not something that happened overnight and it definitely wasn’t perfect, but I feel like it was one of the best decisions of my life. In the beginning, it was somewhat difficult. Experimenting with new sources of protein, finding substitutes or alternatives for different foods, adapting the body to a new lifestyle, etc. It was all part of the challenge. At the same time, I got involved more in the kitchen. Despite having a mom that cooks super delicious, I was never one of those girls interested in making cakes or cooking with their parents. Now, I am one of those who enjoy making lunch and I anticipate seeing people’s reactions when they take their first bite. But, above all these things, it brings me a lot of satisfaction and happiness to know that my diet does not cause harm or pain to any living being. This lifestyle not only fascinates me because it makes me feel better than ever but also because of the fact that no animal was hurt to satisfy my hunger. I have found a lot of passion in this lifestyle and I'm proof that being vegan can be fun, enjoyable, and rewarding. People ask me if I feel different and, truth is, I have never felt better in my life.
Version en español
Y si me vuelvo vegana?
@marialaveganpty
“¿Vegana?!” “¿Ni pescado? ¿Nada?” “Pero queso si, ¿no?” “De seguro no te
estás alimentando bien ``''¿Y la proteína de dónde la sacas?” ...
Todo vegano en su vida ha escuchado frases como estas. Yo, como newbie vegan, todavía las escucho en mi día a día y la mayoría de las veces vienen de mi propia familia. Mi nombre es Maria Elena Fraga, tengo veinticinco años y llevo viviendo en Panamá diez de esos. Me encanta hacer ejercicio, amo la comida con todo mi ser, y recientemente tomé la increíble decisión de ser Vegana la cual surgió de la manera más aleatoria posible. A finales del año 2019 me propuse a comenzar el 2020 siendo vegetariana. Tenia meses sintiendo que mi cuerpo no asimilaba bien las carnes y los productos animales .Entonces, poco a poco, fui dejando ciertos alimentos animales, pero sin restringirme completamente en ningún momento. Luego, en febrero, mi papá fue diagnosticado con cáncer de próstata. En ese momento mi familia y yo comenzamos a investigar sobre que otros factores pueden tener algún tipo de influencia en un caso como este. Mi hermano, quien en aquel momento también quería ser vegetariano, comenzó a compartir conmigo información y datos que había adquirido con respecto a la alimentación y el efecto que tienen los productos
animales en nuestra salud. Analizamos desde estudios hasta documentales y fue cuando llegamos a la conclusión de que algo tenía que cambiar.
Mi vegan journey, como le llamo yo, comenzó a mediados de marzo. No fue algo que sucedió de la noche a la mañana y mucho menos de una manera perfecta, pero siento que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida. Al principio fue algo difícil. Experimentar nuevas fuentes de proteína, encontrar sustitutos o alternativas para diferentes alimentos, adaptar el cuerpo a un nuevo estilo de vida, etc, todo formaba parte del desafío. Dado a esto, me fui involucrando más en la cocina. A pesar de tener una mamá conocida por cocinar súper rico, nunca fui de esas niñas interesadas en hacer tortas o cocinarles a sus papás. Ahora, soy de esas que disfruta hacer el almuerzo y espero las reacciones de las personas cuando dan su primera mordida. Pero, sobre todas estas cosas, me trae mucha satisfacción y felicidad saber que mi alimentación no causa daño o dolor en ningún ser viviente. Este estilo de vida no solo me apasiona porque me hace sentir mejor que nunca, sino también por el hecho de que ningún animal fue lastimado para satisfacer mi hambre. He encontrado mucha pasión en este estilo de vida. Soy la prueba de que ser vegano puede ser divertido, agradable y gratificante. La gente me pregunta si me siento diferente y, la
verdad, es que nunca me he sentido mejor en mi vida.
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