@mvuesriok98
"When you think of a cat, what is the first thing that comes to mind?". This was a question that I asked my Instagram followers and displayed the following options: "They are cute but stubborn", "Be careful because they can betray you ", "I like them, but from far away", and "They are beautiful and intelligent". Assuming that my Instagram account is a homogeneous sample of the population (which it probably is not). I found that 6.15% think that cats are not capable of learning, 11.53% believe that a cat cannot be trusted and 36.92% hold a type of grudge where they like them, but from a distance" which, for me, is a somewhat a confusing phrase. These types of grudges can be seen in a day-to-day basis; for example, I really like pasta so I cook it frequently. If I think about something that "I like" but "from afar", it would imply that it is dangerous like when you talk about a shark; they are beautiful, but with total certainty, dangerous. So what causes the "but from afar" statement when we say that we like cats?
When I saw that only 11.53% of people thought that the cats were dangerous animals, I was relieved. Later, I made a calculation and it turns out that 857 million people represent 11.53% of the world population (according to data from 2018) which is still a very large number.
Currently, I have two cats, Benjamin, a six-year-old white cat, and Alexa, a one-and-a-half-year-old black cat. Many people who have met Benjamin often refer to him as "The Cat-Dog". This is because he is a very sweet cat, he listens to the call, he is not afraid of strangers, he gets along well with some dogs and I have managed to teach him a couple of tricks. Personally, I do not like the name of "The Cat-Dog". It seems that they are insinuating that cats themselves do not have the ability to return love, attend to the call, get along with dogs and people, and learn tricks. For them, only a dog can possess this virtue. But then, where did that belief come from? It's simple, when people treat you like you are incapable, you become incapable.
Since day one, I’ve treated my cats with love, I showed them that I was a person to trust, and introduced them to unknown people and dogs so that they knew there was no danger. I educated them with a conscious discipline, enriched their life as much as I could with proper games, scratching posts, resting places, and quality time; both together and separately. Understanding a cat’s personality and needs will create a great cat-owner bond, and adjusting our expectations to reality will allow us to develop the cat's full potential.
Versión en español
¿Te gustan los gatos?
@mvuesriok98
“Cuando piensas en un gato ¿que es lo primero que se te viene a la mente?”. Esta fue la pregunta que le realicé a mis seguidores de instagram. Como respuestas podían elegir entre; “Son lindos pero no aprenden”, “Cuidado son traicioneros”, “Me gustan pero de lejos” y “Son hermosos e inteligentes”. Suponiendo que mi cuenta de instagram es una muestra homogénea de la población (lo cual probablemente no sea). Encontré que un 6.15% piensa que los gatos no son capaces de aprender, un 11,53% cree que no se puede confiar en los gatos y un 36,92% le guarda alguna clase de recelo al afirmar que “si le gusta, pero de lejos”. Dicha frase me resulta un poco confusa, por ejemplo, a mi me gusta mucho la pasta; por ello, la cocino frecuentemente. Pero si digo que “me gusta” pero “de lejos” implicaría que es algo peligroso, como cuando uno habla de tiburones; son seres hermosos, pero con total seguridad, muy peligrosos. Entonces, ¿qué es lo que origina el “pero de lejos” cuando afirmamos que nos gustan los gatos?
Cuando vi que solo un 11.53% de las personas opinaba que el gato era un animal peligroso, me sentí aliviada. Posteriormente hice un cálculo y resulta que 857 millones de personas representan el 11.53% de la población mundial (según datos del 2018) lo cual, sigue siendo un número muy grande.
Actualmente tengo dos gatos; Benjamin, un gato blanco de seis años, y Alexa, una gata negra de año y medio. Muchas personas que han conocido a Benjamin suelen referirse a él como “El gato-perro” debido a que es un gato muy dulce, atiende al llamado, no le teme a personas desconocidas, se lleva bien con algunos perros y he logrado enseñarle un par de trucos. A mi realmente me molesta bastante esa afirmación; ya que insinúan que un gato en sí no tiene la capacidad de retribuir amor, de atender al llamado, de llevarse bien con perros y personas, y de aprender trucos. Tendría que ser perro para tener dichas virtudes. Pero entonces, ¿de dónde surge esa creencia? Es simple, cuando te tratan como si fueras incapaz, te vuelves incapaz.
Desde el primer día, traté a mis gatos con amor, les demostré que yo era una persona en la cual podían confiar, les presenté a personas desconocidas y a perros para que supieran que no había peligro. Los eduqué con una disciplina consciente, también enriquecí su vida lo más que pude con juegos adecuados, rascadores, lugares de descanso y tiempo de calidad; tanto juntos como separados. Entender la personalidad y necesidades de los gatos creará un gran vínculo gato-propietario. De esa misma manera, al ajustar nuestras expectativas a la realidad podremos ayudar a nuestros gatos a desarrollar su máximo potencial.
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